Cuando en la parasha Vayishlaj Yakov envía mensajeros
a Esav diciendo “He habitado con Laban…”,
Rashi explica que “Garti – He habitado”
tiene el valor numérico de 613, sugiriendo que Yakov
cumplió los mandamientos aún mientras vivía
con el malvado Laban. Esta explicación por sí
misma no demuestra por qué Yakov pudo haber querido
hacer esta alusión antes de encontrarse con Esav.
¿De qué le servía a Yakov presentarse
como un Tzadik ante su hermano Esav? ¿No provocaría
esto más envidia y enojo por parte de Esav? Ademas,
un Tzadik no habla generalmente de sus logros y virtudes.
En general, la interpretación de Rashi parece difícil
de entender en el contexto de esta historia.
Por otro lado, si tomamos la interpretación de Rashi
como correcta, nos queda entonces entender el significado
de la alusión que hace Yakov a su obediencia a los
mandamientos en un medio adverso en la casa de Laban.
Dos posibles interpretaciones surgen al respecto: (1) Yakov
quiso advertir a Esav que se estaría enfrentando
con un hombre de Dios y por principio se le debía
tratar con respeto en vez de violencia; (2) Yakov quiso
recordar a Esav que el guardar los mandamientos genera protección
contra los ataques de bestias y enemigos por lo que Esav
no tendría muchas posibilidades de vencerlo.
Ambas posibilidades indican la naturaleza equilibrada de
Yakov quien a la vez en amor previene pero con firmeza amenaza
a Esav de su inminente error y derrota si lo llegara a atacar.
Este acto sutil de balance perfecto entre el amor y la agresividad
es lo que tal vez le dio a Yakov el merito de ser llamado
Yisrael – El camino directo a Hashem.